Mostrando entradas con la etiqueta Cuidados tortuga de tierra. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cuidados tortuga de tierra. Mostrar todas las entradas

Cuidar huevo tortuga

 Los suplementos de calcio y una dieta específica unas semanas antes del desove facilitan la formación de los huevos de tortugas. Es una ventaja preparar un nido de tierra húmeda con sustrato de vermiculita en el que se sientan a gusto. De lo contrario, podrían retrasar el desove y enfermar en el peor de los casos. Asimismo, es importante sacar del lugar otros animales que pudieran comer los huevos o romperlos.

Problemas en la puesta de huevos

 

Retención de huevos, el prolapso del oviducto, la peritonitis de huevo y la parálisis del obturador son todas consecuencias que pueden llegar a ser fatales. Las aves hembras que ponen muchos huevos pueden necesitar tratamiento con medicamentos recetados (orales e inyectables). 

Todas las madres ponedoras necesitan varias fuentes de calcio y un nivel adecuado de vitamina D3.

Incubar huevo tortuga

 Incubar huevos de tortuga no es imposible, pero sí es difícil obtener éxito. Si consigues un huevo de tortuga lo mejor será llevarlo a una organización encargada de la conservación de estas especies, ya que reconocer la etapa de gestación o si en realidad ha llevado suficiente calor como para que nazca una cría será bastante difícil. Siempre será mejor que la incubación se lleve a cabo en el hábitat natural de la tortuga, y este tipo de centros disponen de espacios totalmente habilitados para esta tarea.

Ten mucho cuidado con el huevo, procura tocarlo lo menos posible y evita girarlo, ya que esto puede producir que se desprenda el embrión, imposibilitando su gestación. Lo mejor será que marques con una cruz la posición original en la que encontraste el huevo y colocarlo del mismo modo en la incubadora.

Cuidados para tortugas recién nacidas



Cuidados para tortugas recién nacidas

Cuando la cría haya abandonado el cascarón deberemos acompañarla durante al menos un mes.
Pásarla a un acuaterrario preparado con un filtro de agua, calentador, etc.,
como si fuese para una tortuga adulta, ya que los recién nacidos son propensos a sufrir infecciones.
Eso sí, nuevamente, para adaptar su espacio es fundamental intentar conocer la especie de la tortuga recién nacida.

No llenaremos el acuario de agua hasta el tope,
la pequeña tortuga debe ser capaz de sacar la cabeza y respirar.
Colocaremos el agua a una temperatura no mayor a los 26 grados y proporciónale una buena iluminación.
Debe tomar sol, aunque no directamente, para que pueda sintetizar la vitamina D
necesaria para crear un caparazón fuerte.